viernes, 19 de noviembre de 2010

La montaña rusa

No, no me he ido a ningún parque de atracciones ni me he subido a una montaña rusa, mi vértigo me lo impediría. Aunque preferiría subirme ahí arriba antes que tener estos altibajos mentales cada dos por tres. No lo entiendo, no me entiendo a mí misma. Puedo estar muy contenta o, simplemente tranquila y, de repente, ponerme de muy mala leche o tener ganas de llorar. ¿Por qué? No me lo explico, quiero saber por qué pero no sabría analizar mi mente, mis sentimientos, lo que me recorre por dentro.

En realidad todo esto es por una tontería, sé que no debo dejarme afectar por esas cosas pero a veces me siento tan abandonada... Desde siempre me han dejado tirada en los momentos en los que los necesitaba y aún no me he acostumbrado. ¿Por qué a veces estoy tan feliz y, súbitamente, me siento traicionada? He aquí el teorema de la montaña rusa, éste de que las cosas bajan y suben. ¿Se puede mezclar esto con la teoría de Newton que dice que todo lo que sube tiene que bajar? Yo diría que no, esto sólo se podría aplicar a la gravedad física. Si la moral que sube tuviese siempre que bajar, todos intentaríamos suicidarnos, porque no habría nadie para consolarnos ni para apartarnos del camino de la tristeza y de la amargura.

Yo puedo decir que, por suerte, cuento con esas personas que siempre estarán ahí para sacarme del atolladero, tanto mental como circunstancial. Y con esto me despido por hoy.

jueves, 18 de noviembre de 2010

El barco zozobra mientras la tormenta amaina

"Cuando la vida se acaba... Es porque te has muerto" No, no, no quería decir eso. Hoy quiero pensar en esa sensación que me da a veces, cuando de repente me llega una felicidad al cuerpo de forma momentánea, ésa que viene y se va rápidamente. Pues eso me sucedió anoche, ¿Por qué? No lo sé, realmente no estaba contenta, estaba de un humor neutro tirando a malo. De éste que si me sentía algo desplazada podría deprimirme y sentirme como si estuviese reducida al polvo. Ligeramente estaba bien, nadie se daba cuenta de cómo me sentía en el fondo, porque yo no lo mostraba y que, por suerte, sólo podía volver a la superficie en determinadas ocasiones. Eran muchas, volvía a la nostalgia y la tristeza por pequeños detalles que no voy a nombrar.

Sin embargo, hoy estoy mejor, ¿La razón? Las cosas han mejorado, de forma muy menguada pero es un comienzo. Sólo cabrá tener paciencia y dedicación para que todo vuelva a ser como antes. La paciencia y yo nunca nos hemos llevado muy bien, pero merece la pena esperar por algunas cosas que deseas como nada en este mundo.

Y dicho esto, puedo finalizar por hoy.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Comenzando por el principio

"Este mundo está... Podrido." Vale, no era eso lo que iba a decir. Últimamente me han pasado muchas cosas hasta el punto de que hace unos días estuvo a punto de entrarme una crisis de ansiedad, o eso me pareció a mí. Por un momento me sentí muy angustiada, afortunadamente sólo duró unos pocos segundos, pero fue algo extraño.

Esta semana he estado cansada ¿La razón? Anemia, asuntos femeninos y falta de sangre. Fue asombroso porque al dar cuatro pasos corriendo bajo el sol y los más de veinte grados de temperatura de la capital ya estaba cansada y agobiada mientras que normalmente, y después de ya dos meses haciendo lo mismo, puedo correr muy deprisa durante unos cuántos metros sin parar y con la mochila a cuestas.

Por cierto, hoy desayuné un bocadillo de lomo con queso y aliholi, estaba muy bueno.