sábado, 12 de febrero de 2011

Ley de Murphy: "Si algo puede salir mal, saldrá mal"

Pero vamos a ver... ¿Qué vida es ésta? ¿Es que no me puedo alegrar de que me pase algo bueno porque me pasará algo malo? Es que yo no lo entiendo, vamos. Me pasó algo horrible que me dejó bastante mal, estuve sufriendo durante una semana entera, acabé cansadísima. Al final de la misma, la cosa mejoró y dejé de sufrir, ¿Pero qué pasa? Que crees que ellos son tus amigos, que te quieren porque te dicen que les importas, que eres muy importante para ellos, ¿Y qué te dicen dos días después? Que ya no es así, que su forma de pensar y de sentir ha cambiado, que ya no le importas a esa persona. Entonces ¿Qué debo pensar? ¿Que me está mientiendo para que la odie? ¿Para protegerme? ¿Que sólo era una gran mentira el que me quería? ¿Que sus palabras no eran sentidas? ¿Que yo me las creí por ser tan ingenua? Pues... Genial, sencillamente genial. Es la mejor forma de aprender a no confiar en la gente simplemente porque te digan lo que necesitas oír y no la verdad.

La verdad... La verdad es algo muy poderoso y frágil. ¿Por qué se supone que debo creerle cuando me dice que nunca miente? ¿Qué debo hacer en este momento? ¿Hablar con la persona de mis preocupaciones? No, ¿Para qué? No serviría de nada. Entonces... ¡¿Entonces qué demonios hago?! Esperar... Como siempre. Y fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario