sábado, 7 de mayo de 2011

On the top

"Y sube y baja, y sube y baja, y sube y baja... ¡Uiiii!" ¿Recuerdas la montaña rusa? Sí, sí, esa que está ahí abajo, debajo de esta entrada. Ese subir, ese bajar... Que si estoy alegre, que si estoy horriblemente mal, que si no tengo ánimos... Pues ahora estoy en lo alto. Los malos sentimientos y las sensaciones espantosas, eso parece haberse acabado. O no, sería imposible porque dejaría de haber un equilibrio emocional pero sí que todo eso ha menguado. ¿La razón? Pues como me siento ociosa y con ganas (Mentira, sólo quiero meter relleno) voy a contarla desde el principio.

Todo empezó hace dos semanas en las que, por casualidad, conocí a alguien mediante una amiga. Y en ese momento sólo era alguien indiferente para mí, es lógico cuando acabas de conocer a alguien. Los días pasaron y llegó la Semana Santa, esta festividad siempre ha sido triste para mí, siempre me he puesto depresiva durante el período que dura, pero este año fue nefasta, completamente. Ese alguien que conocí me hablaba, y yo hablaba con él, y me encantaba tener a alguien que hablara y hablara y nunca dejara de hablar. ¡Es una sensación genial! No tener que esforzarte en mantener una conversación es algo estupendo.

Ese domingo de Semana Santa estuve grabando con mi videocámara y una amiga (Me encanta grabar vídeos) durante dos horas, pero todo se me borró ¡Todo! Me llevé un golpe tremendo, mis vídeos son muy importantes para mí. Pues estuve de muy mal humor pero esa persona que conocí hizo todo lo posible por contentarme. Y la semana siguiente hablamos más que la anterior, mucho más. Yo no me di cuenta de lo que pasaba hasta que él me dijo algo aquel sábado. Eso me dejó algo trastocada (Vale, bastante trastocada) y estuve dándole vueltas a la cabeza hasta que finalmente pude sonreír y decirle lo que había decidido. Y desde entonces estoy feliz, pueden dejarme algo traspuesta, pero nada ni nadie puede hundirme ahora.

Y con esa cursilada, ya tengo una entrada más.

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